Reseña de Música Casual: Fluir

Por: José Gallardo Arbeláez

En el año del obstáculo a la oralidad, varios proyectos personales fueron callados, básicamente porque nos pusieron un tapabocas, pero otros inundaron las redes sociales y medios de comunicación actuales (disculpen la redundancia) hasta casi el cansancio. Es el caso de los festivales de improvisación “libre” (ojo con eso que no todo en la impro es libre) ruido, noise, sonido, arte sonoro, etc; dichas expresiones o prácticas sonoras tuvieron una creciente interesante, y pusieron en tela de juicio el mercado musical, el circuito entre: creador, intérprete, vendedor/distribuidor y el escucha (quien es el intérprete final de la pieza) tan necesario de cuestionar en nuestros tiempos, donde muchos artistas desconocen cuánto porcentaje les “da” un festival o una plataforma de streaming por la reproducción de su obra, o ¿cuántos discos se consumen al año?, o ¿por qué es imposible vivir del oficio sonoro/musical en Iberoamérica? Todas y cada una de estas preguntas salieron a flote en pandemia, millones de discos, eps, canciones, piezas, no piezas, ruidos, conciertos..en fin …ahora yo me pregunto ¿tenían propósito artístico todos? o ¿simplemente un propósito? o solo ¿se hicieron y publicaron para no morir de aburrición?

Después de un párrafo introductorio un poco cargado de cafeína, emprendo la ruta hacia la reseña crítica que nos acoge hoy. Rodrigo Mardones a.k.a Música Casual propone un disco en dos partes, basado en improvisaciones grabadas en bloque con sintetizadores, ukelele, voz humana procesada y máquina de beats. Un set portable que puede registrar una buena cantidad de frecuencias,colores, timbres, sabores musicales disfrutables tanto por el creador como el escucha.

La primera improvisación fue nombrada “Subir la montaña”, una pieza que efectivamente termina en ascenso, un glissando que termina en el punto climático de este track de casi 20 minutos de duración. Ahora bien, el ascenso no se logra sentir en toda la pieza, y tal vez esa no sea la intención única, pues muy seguramente, como cuando subimos una montaña en tres d, nos vamos a topar con la geografía: los resaltos, los descansos, las caídas, en fin, una infinidad de líneas, rizomas, texturas rocosas, lisas, granuladas, etc, que pueden sugerir elementos simbólicos en el sonido, es decir objetos sonoros o imágenes sonoras, las cuales podrían representar un diálogo entre el oyente y el caminante sonoro (el improvisador) dicha tarea no es fácil, pero tampoco imposible, es cuestión de observar la reacción del escucha (esto cuando tenemos la opción de mostrar el trabajo con público) el cual, en primera instancia es el mismo autor de la impro, entonces, nos topamos con un loop creativo o reflujo, ¿qué hacer? múltiples caminos pueden deparar el arribo a buen puerto, o como es el caso de “subir la montaña”, los remolinos, rizomas y bucles del volca fm generan varios estados: diálogo, discusión, aburrición, consciencia del tiempo, consciencia del espacio.

“Bajada” es naturalmente, la segunda pieza, ya entrados en gastos el autor, sugiere a sus escuchas que esto no es una improvisación del todo libre, que tal vez hubo algo de planeación en el discurso, o que simplemente “el hábito hace al monje”, en este caso la práctica improvisatoria debe abrirse a otros sujetos que puedan compartir los estados arriba mencionados, y así salir del capullo introspectivo y críptico que puede generar el sonido.

Un agradable recorrido andino es Música Casual, y ojo, que no estoy hablando de su lugar de origen.

Fecha de lanzamiento: 3 de enero de 2021