
Arte y diseño: René Sánchez
En estos tiempos tan complejos donde la deshumanización está presente en nuestro cotidiano, encontrarse con un trabajo honesto y tener el privilego de escucharlo son momentos que dan luz.
En este sentido el trabajo de Oksana Linde además de ser apreciado por ser una pionera de la música electrónica latinoamericana, guarda también un valor aún más trascendental puesto que da cuenta la mujer como creadora y fuerte que da cuenta de sus experiencias con el sonido de una manera catártica y catalizadora de afectos.
Entrar a los mundos sonoros surreales de Oksana ha sido un descubrimiento maravilloso que nos captura desde el segundo uno que comenzamos a escuchar Intromersión y que detona una atmósfera astral preparándonos para Viaje hacia la luz en donde la materialidad parece diluirse.
Playa Caribe comienza con un patrón rítmico que nos pone en movimiento a través de este ensamble quasi orquestal sintético que se va formando y que nos invita a dejarnos llevar a través de las melodías modulantes. Bajo la lluvia y Estudio para sinfonía una folclórica ucraniana son dos piezas que aunque breves logran ponernos en un estado de contemplación entre luces y sombras sonoras. Mariposas acuáticas con sus timbres agudos y motivos ligeros y en constante movimiento nos deja de asombrar en su intensa y a la vez breve duración.
En Psicocatálisis podemos experimentar una aceleración secuencial que va de la mano con la energía de Descubrimiento con esta vibra ochentera fascinante.
Orinoco, inspirada en el río que lleva el mismo nombre, tiene esta potencia natural del agua que da cuenta de su paso por los raudales y que en palabras de Oksana representa una de las piezas más importantes dentro de su producción por la vitalidad pero a la vez serenidad que caracteriza a este río y está intrínseca en la música. Nenúfar es en su simpleza mágico a la escucha con estas texturas sonoras sutiles y que se van entrelazando. Recordando a Kitaro retoma un aire nostálgico y de remembranza.
La última pieza Ensueño contiene una profundidad enigmática en la que entramos en un estado de trance que al final nos da una sensación de paz y esperanza. Un excelente cierre para este tesoro sonoro que tenemos el privilegio de disfrutar gracias a Oksana, la labor de Buh Records y todes quienes hicieron posible que este proyecto saliera a la luz. Un álbum imprescindible para añadir a su colección tanto en su versión digital como en vinilo.