
Notas sobre el álbum La venganza del agua de Susan Campos-Fonseca
La venganza del agua, último disco de la compositora costarricense Susan Campos-Fonseca, es un viaje entre sonoridades que reflejan una lucha sostenida: una batalla campal entre música y ruido, entre vanguardia y tradición, entre armonías tranquilizantes y disonancias inquietantes. Pieza tras pieza, minuto tras minuto, la música de Susan nos invita a confrontar la tensión irreconciliable entre el agua que emana de la montañas y se filtra, viva, entre los poros de la tierra, y un proyecto civilizatorio que atenta contra la vida en aras de concentrar poder y riqueza.
Ahora bien, la lucha que en este disco se plantea no se basa en binarismos ni oposiciones maniqueas, sino en tensiones complejas, contradictorias y dinámicas entre sonidos que pujan en distintas direcciones pero guardan al mismo tiempo un sentido de unidad. No se trata, entonces, de oponer el ruido contra la música o la innovación contra las convenciones, sino de abrir la escucha hacia un flujo orgánico acuático que trasciende el separatismo, tan típico de las epistemologías colonialistas, para dar lugar a la hibridación, el cruce, la diferencia.
Es así que la pieza titulada Quesintuu & Umantuu, en honor a las míticas sirenas del lago Titicaca, deja oír una confrontación entre voces fantasmales, sonidos eólicos e incisivas armonías emitidas por el piano, con una fuerza que recuerda las corrientes lacustres en las que se pueden, todavía, oír murmullos ancestrales. En Kä Nage, por su parte, se escuchan las pulsaciones de lo que podría representar un tiempo cronométrico, lineal, propio de la concepción occidental de la historia, contrastando con gestos recurrentes y cíclicos, así como con sonidos que se mantienen estoicos como si existieran en una dimensión a-temporal de la existencia.
En Refugio coexisten los sonidos metálicos de un corno francés, que nos recuerda la materialidad porosa de las piedras, con sonidos electrónicos que fluyen como corrientes de viento e insectos quiméricos, pero que podrían también remitir a la ansiedad capitalista por la expansión, la dominación y el desarrollo. Mientras tanto, Esfinge nos ofrece una mirada hacia el pasado, representado por las armonías y los giros cadenciales del harpiscordio, como si esta pieza nos quisiera recordar, tal como hicieran las esfinges en la antigüedad, que el conocimiento y la historia humanas son sólo parte de un acertijo divino, me atrevería a decir cosmológico, que permanece indescifrable para la mayoría de los seres mortales.
La creación sin mañana, obra de gran formato para orquesta de cuerdas, máquina de ruido, ensamble de percusiones, cornos, piano y harpiscordio, es quizás la obra que mejor sintetiza el mensaje general del álbum: la idea de que el futuro es sólo una construcción cultural, íntimamente ligada con la intención expansionista del pensamiento colonial, que en su impulso por destruir termina, paradójicamente, por negar la posteridad a quienes buscan vivir en armonía con su entorno. Basada en el mito de Sísifo, esta obra rememora la absurda situación de cargar eternamente nuestra piedra, en vez de concebirnos como parte indisociable de ella.
Llega al final la obra de la que deriva el nombre del disco: La venganza del agua, pieza para piano, harpiscordio y sonificación de dibujo en vivo, concluye la travesía de Itaca, recordándonos, tal como en su momento hiciera Kavafis, que el destino del navegantes es sencillamente viajar, recorrer las islas de la contradicción, del ruido, de la lucha constante por no naufragar. El clímax estruendoso con el que termina esta pieza, y que sirve al mismo tiempo como cierre del álbum entero, es la constatación de que el agua trascenderá las transformaciones que se derivan de la acción humana; la pregunta, sin embargo, es si el ser humano será capaz de trascender su propia necesidad de destruir aquello que requiere para su supervivencia.
Como la Esfinge de Apolodoro, el álbum de Susan Campos nos da la bienvenida con un acertijo: ¿qué tendría que escuchar el ser humano para reconocer su propia complejidad? Los ruidos, las voces, los murmullos, son la única respuesta que recibimos del agua, esa gran maestra cuya venganza es devolvernos, ante nuestras preguntas y desafíos, un reflejo distorsionado de nuestra propia naturaleza.
Fecha de lanzamiento: 1 de abril 2022.
Más información: www.susancamposfonseca.net
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