Celeste Betancur es una mujer transgénero multi-instrumentista, profesional en guitarra de Berklee College of Music y artista programadora colombiana con maestría en artes digitales. Ha realizado conciertos y presentaciones en más de 15 países con diferentes live sets producidos usando programación de computadores con herramientas diseñadas por ella. Es creadora del software – plataforma Cine Vivo. Nuestra nueva colaboradora Ale Borea hace un repaso por su trayectoria musical, sus proyectos y su visión acerca de la música experimental en América Latina.
ALE: muchísimas gracias a MUSEXPLAT por este espacio para tejer redes, compartir, conocernos un poquito más, conocer el trabajo de personas que están colaborando, tanto para que la escena siga creciendo, como para que más gente esté motivada a empezar a trabajar, producir, crear, escuchar y tener la disposición de contribuir en la creación musical sonora. Soy Ale Borea, soy de Lima Perú y estoy muy contenta de ser una nueva colaboradora de plataforma. En este momento estoy muy feliz de compartir con Celeste Betancourt, hace poco he conocido su trabajo y me entusiasma ver todas las ramas que tiene, no solo en temas de producción musical, creación, sino también en creación de plataformas, de oportunidades de redes y una concepción mucho más amplia de lo que es la música como acto común, como entretejimiento, como acto político. Creo que es una algo que nos enriquece mucho. Bienvenida Celeste, muchas gracias por estar aquí. ¿Cuéntanos un poco quién es Celeste Betancur, cuéntanos un poco de tu experiencia personal, cómo te acercaste a la música y al trabajo con sonido?
CELESTE: ¡Qué gusto conocerte Ale! Gracias a MUSEXPLAT por su trabajo en Latinoamérica para que la gente dé a conocer su trabajo. Me nombro Celeste, es importante la construcción semántica de eso, hace muy poco tiempo, porque fue una exploración también como la misma exploración musical que me ha llevado a todo esto. Creo que soy una buscadora, me gusta explorar, me gusta caminar caminos distintos y eso es lo que he hecho en mi carrera artística, en la carrera académica y en otras cosas. Podría decir que soy una exploradora, últimamente me gusta esa palabra. Me gusta la exploración en todo sentido, me gusta buscar nuevos caminos para hacer cosas, pues si no hago música, hago arte visual. Soy desarrolladora de software, soy una gran amante de la educación, me gusta la educación como método para zanjar diferencias. Soy una mujer, soy una mujer trans y no sé hay un montón de cosas más.
ALE: en realidad una de las preguntas que también te quería preguntar, porque me identifico mucho con conciliar tantos intereses y tantas ramificaciones que tiene la persona. ¿Cómo sientes que concilias el trabajo académico, esos proyectos pedagógicos, con tu vida personal, con tus experiencias? O sea, ¿sientes que tú misma en tu búsqueda estás actuando artística y políticamente?
CELESTE: definitivamente. Creo que, si no viviese mi vida como un performance constante, sería imposible de vivirla. La única forma de conciliar todo es pensar y sentir desde mi existencia misma, como si estuviese haciendo un acto artístico constante. Eso implica que todas las dimensiones de mi vida se ven tocadas por esa dimensión extra que les imprime el arte a las cosas. Algunas personas con las que hablo me dicen: es bien budista eso de vivir en el presente; yo no lo veo como el budismo, yo más lo veo como una conciencia constante para hacer de cada instante un instante lleno de arte. Más que estar pensando en la conciencia completa y cosas como esas, si estoy intentando juntar un montón de caminos a través del arte, tengo que estar totalmente consciente de cómo me muevo y como camino. Hace poco decía que yo caminaba como en una pasarela todo el tiempo y eso me llevó a pensar en que es importante la pasarela, porque ese caminar es artístico. También en mi vida, en mi conciencia lo veo así, así concilio todo. Creo que enseñar se volvió un arte para mí, hacer música entraba en este mismo camino de hacer arte, hacer visuales, hacer software, hacer matemáticas. Hay un montón de cosas que, si no fuese por este ensamblador que es el arte, se verían como cosas diferentes, pero en mi experiencia personal se transforman en un prisma que mira todo a través del arte, desde el hecho de caminar o sacar un álbum, pues para mí tienen la misma importancia. Transformar eso en un hecho artístico
ALE: sin caer en la romantización de todo es arte, creo que es un constante proceso de ir generándose a una misma, construyéndose y explorando nuevos caminos y plataformas. Una pregunta que me surgió cuando escucho tus conferencias, donde a veces mencionabas a tus dos hijos, me interesaba ver, ¿si tu interés pedagógico parte desde antes o si habías probado algunas cosas sin que suene experimental? ¿cómo es que empezaste a explorar el campo de la pedagogía y si es que el hecho de maternar te hizo tener una perspectiva diferente?
CELESTE: creo que las dos cosas son verdad. Hoy las dos posiciones describirían perfectamente mi acercamiento. Siempre fui una gran amante de la educación porque cuando me empecé a reconocer trans, sentía una necesidad constante de buscar referentes que no existían en la música, no eran muchas. Tal vez existía Sophie y un par de personas por ahí a las cuales mirar, pero luego no había a quién mirar en otras universidades. Era una necesidad de empezar a buscar, a construir en la sociedad y en las comunidades referentes, algo que me ayudase a mí y a otras personas a explicar lo que yo era, pero luego cuando empiezo a maternar, con mi primer hijo, definitivamente se transforma en el momento más importante y yo sí lo llamaría como un experimento.
Finalmente, los niños no vienen con manual que dice así se educa, así se cría, así lo vas a volver una gran persona. Entonces, sí, terminamos experimentando y, si hiciera un experimento, era mejor estar consciente de que era un experimento y no intentar ignorarlo. Entonces se vuelve un experimento constante tanto en el quehacer artístico, en el quehacer materno, en el que hacer de mi vida, como construir ese manual junto a él, haciéndolo participe y haciéndolo un colaborador de su propia crianza. Yo simplemente aportaba una perspectiva de más años que los que este bebé tenía, pero esa perspectiva que él tenía para mí era muy valiosa y creo que también fue un hecho colaborativo construir ese tutorial de cómo criarme, criarlo a través del arte.
ALE: ¡Qué bonito como esto va inspirando todos los proyectos de empezar a conocer nuevas maneras de pensar, nuevas maneras de hacer conexiones! Me gustaría que nos cuentes un poquito más sobre Algoritmos, me encantó la idea de que las niñas saliendo de la clase vayan a donde sus mamás, sus papás y les digan: hoy aprendí esto y compuse una pieza musical, hice un proyecto, hice bailar a mi profesor. Me pareció una aproximación no solo muy linda en términos de pedagogía, sino también en cuestiones de sentirse reconocidos y empezar a compartir algo propio. Quería que nos cuentes más sobre Cine Vivo, ¿en qué consiste la plataforma?
CELESTE: Cine Vivo nace como una cosa bien interesante porque había una necesidad académica de formalizar un grupo de investigación que nos permitiera hacer música experimental y al mismo tiempo hacer performance en vivo, hardware, visuales, un montón de tendencias que implican medios digitales, pero era complejo porque todos los dispositivos, todos los lenguajes, todas las plataformas tenían varios problemas. En primer lugar, están en inglés y sin entrar a la discusión, lo que ocurría era que eso limitaba el acceso a muchas personas. Es decir, como que estas personas sería bueno que aprendieran inglés, eso está claro, está bueno aprender nuevas cosas, está bueno aprender francés, aprender alemán, pero no puede ser una limitante
Segundo, los softwares para hacer visuales profesionales son muy costosos. los softwares para hacer audio terminan siendo costosos en general, así como el hardware, todo es costoso. Entonces nuestro problema se transforma en construyamos una plataforma que permita que cualquier persona; y eso involucraba a niños, porque se había sido mi primer interés, que nunca habían pasado por una universidad, estudiado artes digitales o universitarios que ya estaban haciendo su grado en artes pudiesen entrar a una plataforma que transformase sus ideas, sus lenguajes y su identidad en arte de alguna forma que ellos quisiesen. Bien fuese cosas físicas, electrónicas, video, audio, audio experimental, arte sonoro o música para bailar. Finalmente, Cine Vivo termina siendo un montón de cosas, termina siendo un software, termina siendo un grupo de investigación, un grupo de estudio con personas que no están dentro de la academia para intentar crear lenguajes audiovisuales o lenguajes matemáticos o lenguajes de cualquier índole, para expresarse e identificarse en una comunidad que en este caso era artística y académica, pero que podría expandirse a cualquier cosa
ALE: ¿y cuáles son los requisitos más o menos para formar parte de esta comunidad?
CELESTE: ser parte del grupo de investigación formal, pues es un grupo universitario y hay que estar en la carrera de artes o en alguna de las carreras de la universidad, pero eso no es lo general. De hecho, Cine Vivo se expandió hace mucho a otros lugares, habita otras plataformas, otras universidades, es un software que se hizo Open Source hace mucho tiempo y hay una comunidad muy grande de personas que han trabajado en ideas parecidas o que han sido inspiradas por Cine Vivo. Esa es una de las cosas que me parece importante, yo no quería crear un software para que se usara, sino yo quería crear un software que inspirara. Ni siquiera un software, yo no creé una plataforma para ser usada por mucha gente, más bien creé una plataforma que inspirase la creación de otras plataformas. Y eso es Cine Vivo, no es un software que yo quiero que todos usen, de hecho, yo nunca escribir tutorial porque no quería que eso sucediera.
Cada que alguien me escribía diciendo: “quiero ser parte de Cine Vivo”, yo tenía una conversación de este tipo diciéndole a esa persona: “Cine Vivo es una forma de crear tus propios lenguajes”. Después de esa conversación, la persona decía: “¿O sea lo que tú quieres es que yo no use Cine Vivo?” No quiero que uses Cine Vivo porque ese es mi lenguaje y era mi propia identidad plasmada en un software o una plataforma. Entonces Cine Vivo se transforma en un concepto inspirador transversal a muchas otras. Particularmente menciono un ejemplo, actualmente hay un lenguaje llamado Cine Cero que habita una plataforma de la Universidad McMaster en Canadá, creada por Jessica Rodríguez, mexicana. Ella está haciendo su doctorado allá y ese software toma los elementos de Cine Vivo, pero es su lenguaje; por lo tanto, eso ejemplifica claramente el objetivo de Cine Vivo como una plataforma que muestra cómo se puede crear una plataforma para que cada quien entrelace en sus redes alrededor y logre crear un Cine Vivo en su propio contexto, su propio lenguaje, con su propia identidad personal y colectiva, sin tener que depender de un organismo centralizado que es Celeste Betancourt.
ALE: continuando un poco con la entrevista, quería preguntar ¿Quiénes contribuyen con esta plataforma? ¿Cómo se sostiene, cómo se gestiona y si es sostenible?
CELESTE: como venía diciendo ahorita Cine Vivo tiene muchas dimensiones. Hay unas dimensiones que son sostenibles y otras que no lo son, pero vale la pena mantenerlas, y hay otras dimensiones que no tienen por qué serlo, porque por su naturaleza no juegan con esa variable. La sección académica es financiada por una institución académica colombiana, es sostenible en el sentido de la producción misma, si presentamos obra hay con qué sostenerla. Esa es la dimensión más clásica y de la que menos habría que hablar.
La otra dimensión tiene que ver con el colectivo y la comunidad Cine Vivo, que no tiene por qué ser sostenible, porque Cine Vivo está detrás del “Hágalo usted mismo”, en todo sentido. Cuando a mí me preguntan cómo participar en Cine Vivo, casi siempre mi respuesta es: “¿Por qué no construye usted su propio Cine Vivo?”. En ese aspecto no tendría mucho sentido generar una financiación o una sostenibilidad en ese tipo de proyectos o esa variable de proyectos. Sí, se sostiene en cuanto yo doy conferencias o hablo del tema o lo escribo y eso inspira a otros proyectos a hermanarse a Cine Vivo o unirse a la comunidad. Es una comunidad autosostenida en general.
Por último, hemos tenido financiación para otro tipo de proyectos, becas gubernamentales o algo así, porque el proyecto es bastante educativo y particularmente la ciudad de Medellín fue una ciudad que acogió con presupuesto al proyecto en su etapa inicial. Hemos participado en becas de otros gobiernos, como el mexicano hace un par de años, estuvimos en comunidades de Michoacán. La dimensión de Cine Vivo tiene tantas variables que podría decir es sostenible, pero hay variables que no tienen por qué serlo y otras que no lo son, pero hay que mantenerlas porque son muy importantes.
ALE: una cuestión que se contagia por inspiración, inspirar a otras personas a generar sus propias plataformas, sus propios trabajos a partir de ellas, basadas en compartir. En ese sentido se hace sostenible porque más gente se interesa, se motiva y entra en la red. ¿También lo ves como una propuesta política en términos de que es una democratización, no sólo del conocimiento como algo estanco que se transmite, sino como una especie de crear para recrear y seguir transmitiendo eso, generando espacios? A partir de lo que comentabas en la charla inaugural de Transferencias Aurales en México, hackear a la academia desde adentro, porque la academia termina siendo una cuestión muy cerrada que reproduce sus patrones coloniales y patriarcales de producción de conocimiento. En cambio, aquí hay una cuestión más abierta, open source, con espacios abiertos donde el conocimiento mismo se transforma y adquiere nuevas maneras de darse.
CELESTE: definitivamente. De hecho, ya que dices eso, el hackeo es una cosa que yo usaba bastante en algún tiempo y sigo reflexionando al respecto. Mucho del trabajo con niños tiene que ver con esto, no esperar a que sean iniciados por la universidad para que empiecen a producir conocimiento, sino que hay que darles la oportunidad en sus etapas iniciales lectoescritoras, en el caso de los lenguajes que yo he creado, para que puedan construir conocimiento. Eso termina siendo muy problemático para la academia porque un niño no publica, pero un niño crea un lenguaje de programación y eso es un producto de alto conocimiento que puede ser de mayor importancia que una publicación escrita. Entonces eso termina hackeando el sistema desde adentro, porque lo que pasa es que estas herramientas tratan de generar desde el principio formas autónomas, no convencionales, alejadas de toda la tradición; pues un niño no la conoce, no tiene por qué obedecerla.
Particularmente, a mí siempre me ha encantado el trabajo con niños, de hecho, creo que yo aprendo más en ese sentido y, sin romantizar, creo que me gusta mucho más porque yo termino siendo la beneficiaria de puntos de vista que no están contaminados por tradiciones que hay que cumplir, sino que ellos desobedecen por naturaleza y a mí termina contaminándome y transformando mi quehacer artístico constantemente. Es una cosa muy bonita, no en ese sentido romántico de que aprendo más mientras yo les enseño, no, literalmente, yo lo único que les aporto es esa perspectiva técnica, tal vez tú no sepas algo déjame ayudarte en lo técnico y luego tú aportas toda tu visión. He encontrado experimentos monumentales que son más ricos académicamente, más ricos filosóficamente que cosas que están insertas en la tradición académica de la música o de las artes normales, ya que estos niños nunca han pasado por ahí y tienen visiones completamente desconcertantes.
ALE: es muy interesante explorar estas curiosidades estas insides que tienen los niños, sin romantizar nuevamente, pero que se siente que vienen del cuerpo muchas veces, que vienen de la intuición, que vienen de la exploración concreta del mundo en el que están, el que se ven inmersos. Me interesa mucho el tema de la escucha, siento que la escucha ha tomado una dimensión a veces muy pasiva tradicionalmente, en contraste con el hacer más manual o con la visión que pueden tener más correlación con un conocimiento directo. Me preguntaba si en este tipo de plataformas o en los procesos de aprendizaje mutuo que has tenido con estos niños, ¿sientes que han habido o han surgido nuevas maneras de oír para ellos? Es importante la parte de producción, pero si alguna vez has tenido alguna experiencia que te gustaría compartir en donde quizás has experimentado alguna forma de oír distinta o has visto una transformación en ellos, en sus formas de oír el mundo que los rodea y de darle sentido de cierta manera.
CELESTE: hay una anécdota que he contado mucho por ahí, que a mí me tocó bastante todo el ser. Estaba en un barrio bastante peligroso de la ciudad de Medellín con niños que habían sido abandonados o que pertenecían a comunidades violentadas por la guerra colombiana. Había 20 niños en un taller para construir máquinas que hacían ruido. Estábamos haciendo pequeños componentes, cada quien construía lo que quisiera. Los talleres están lejos de intentar llegar a un objetivo claro, yo no llevo un modelo, sino que yo llevaba unos componentes y ayudaba a que cada participante fuese construyendo lo que quería. Finalmente, después de construir un par de dispositivos, ocurre que unos chicos empiezan a decir “Esto va a ser que me escuchen”. Estas palabras saliendo de una persona que no ha pasado por la academia, para mí tenía las implicaciones muy interesantes, porque yo venía hablando de la escucha de todo el siglo XX y luego un niño dice esta máquina de ruido va a hacer que me escuchen. Estaba bastante curiosa y le pregunté cómo así, me dice porque el ruido que esto emite puede ser más efectivo para que me miren cuando yo hablo a cuando yo misma estoy hablando. Me quedé wow, esa conclusión no la sacó ni John Cage. Era un niño pensando en cómo hacer que la escucha fuese activa en sus interlocutores y lo estaba pensando a través del ruido, había llegado a conclusiones de 2.000 años de experimentación musical con un dispositivo que se le estaba permitiendo, sin necesidad de leer nada. Era una intuición bastante inocente en ese caso, pero que nos tocó bastante en el taller y claro tenía que ver con toda la historia de violencia de estos chiquitos. Era como entregarle, de alguna forma, el arma que necesitaba y no quería un arma tradicional, no quería dispararle nadie, quería un arma para que le escucharan, cosa que es absolutamente abrumadora, desde el contexto de los niños abandonados que querían ser escuchados de forma activa. Y, usando todo su intelecto como para plantear ese proyecto
Terminamos construyendo esas maquinitas y dando un concierto donde los papás de estos chicos o sus acompañantes iban a escucharlos y terminan asistiendo a un concierto de noise producido por niños que construyeron sus propias máquinas y por primera vez en su vida habían sido escuchados de forma activa, es decir, habían ido a escucharles y a poner atención a sus creaciones. Creo que es una anécdota que habla claramente de la respuesta que yo andaba buscando en el cómo dar herramientas para que cada quien encuentre su propia identidad sonora, visual, artística.
ALE: qué interesante y qué fuerte experiencia de escuchar eso viniendo desde el lugar de la experiencia de este niño. Esto me hace pensar un poco en otra pregunta que te tenía planteada, ¿qué significancia, por así decirlo, tiene el ruido en diferentes contextos, siendo el ruido también una especie de rebelión contra la significación y la estructura del discurso etc.? ¿Qué significancia tiene, por ejemplo, en estos casos en Latinoamérica, pensando en música experimental latinoamericana? ¿cómo es que nosotros podemos hablar de un nosotros, con todas nuestras diferencias podemos apropiarnos del ruido? Tomando en cuenta lo que has mencionado en tus conferencias pasadas sobre cómo Latinoamérica siempre estuvo al margen de estas producciones académicas de música experimental, a pesar de tener tanto potencial y tanta riqueza, no sólo cultural, tradicional, sino esta especie de recursividad bastante fructífera, sin romantizar la precariedad, que ahora se está explorando más con las redes que se pueden tejer a través de la virtualidad, ¿cómo ves el panorama en Latinoamérica y qué crees que sería algo propio de este contexto? Yo sé que es muy amplio hablar de Latinoamérica, pero ¿qué puede ser una potencia para seguir construyendo redes? Lo que estamos poco a poco haciendo.
CELESTE: hay bastantes investigaciones al respecto, en Latinoamérica la precariedad definitivamente es una herramienta ante quien no tiene, algo que se transforma en una puerta de escape. Eso no tiene por qué ser algo que se incentive, es decir, no podemos decir, bueno entonces hagamos a todo el mundo precario para que se vuelva creativo, pero en el caso de que exista, como existe en Latinoamérica de forma dramática, se ha transformado siempre en la mayor energía para salir de ese hueco y transformarse en algo poderoso y potente. En el caso de la música experimental y en el caso de las herramientas para la música experimental, yo lo he dicho un par de veces, creo que Latinoamérica tomó la bandera que siempre necesitó tomar desde hace mucho, luego de tanta opresión y de tantos años de creernos el cuento que nos habían vendido, de que éramos el tercer mundo, el lugar de destierro de los ladrones y cosas como ese tipo. Por primera vez, tomamos la bandera de la creación y la vanguardia. Particularmente Latinoamérica actualmente es uno de los lugares donde más rápido ha ocurrido la evolución de las artes experimentales sin recursos, aún así hemos transformado el panorama artístico del mundo.
Ayer se celebraba, por ejemplo, los 10 años el Algorave, una fiesta que viene realizándose desde las comunidades de Live Coding, pero particularmente Latinoamérica es vital en esos 10 años. Eso nace en Inglaterra, como muchas otras cosas, pero si no es por Latinoamérica, eso muere en Inglaterra hace mucho tiempo. Había tres personas que lo hacían, si no es porque Latinoamérica acoge la práctica, particularmente en México, pues esa práctica no sería lo que es ahora, toda una vanguardia en investigación en universidades que desarrollan herramientas Open Source, Software, Hardware y todo esto gracias a que Latinoamérica acogió la herramienta y la explotó, entre otras cosas porque es gratis, y como no tenemos con qué pagar, tener una renta gratis era como Esto es lo que deberíamos coger. En otros países desarrollados, pues, para qué para que complicarse aprendiendo a programar, si puede usar un software que ya está construido. Para Latinoamérica eso no era una opción e implicó inclusive una explosión de infinidad de papers académicos tradicionales, pero también infinidades de desarrollos comunitarios, comunidades de escucha, comunidades de creación en todos los países latinoamericanos alrededor del concepto. Algo que no se dio en otras partes, donde tal vez la práctica sea muy pequeña porque no era necesaria.
Creo que eso muestra como ahora somos vanguardia, como ahora están saliendo de aquí las herramientas para el resto del mundo con investigadores latinoamericanos en grandes universidades. Ahorita mencionaba a Jessica que está en una de las universidades más importantes de Norte América, desarrollando software Open Source para hacer visuales en shows. Es sorprendente que ahora eso pase.
ALE: continuando con la entrevista y para cerrar, me da bastante curiosidad, cuéntanos un poco qué se viene para el futuro, que es lo que estás trabajando, pensando o lo que habías comentado de explorar nuevos espacios esta vez con el doctorado. Cuéntanos un poquito.
CELESTE: ahora voy a entrar a un doctorado en Stanford, en el laboratorio Karma, que es tal vez el más importante de Norteamérica en desarrollo de software y herramientas para el análisis de señales de audio. Con muchas intenciones de seguir con esta idea de sacar eso que está secreto en la academia y llevarlo a los lugares más inesperados, en mi caso han sido niños, han sido comunidades discriminadas por su sexualidad, pues por naturaleza. Obviamente lo había hecho y lo sigo haciendo y quisiera justo tender puentes entre estas comunidades que no tienen nada que ver con la academia de avanzada, como ellos tal vez se autodescribirán, y tender puentes de creación en ese sentido. Es un doctorado de 5 años, pero quisiera seguir trabajando con comunidades como lo he venido haciendo en todos los países latinoamericanos. He tenido la oportunidad de estar en Perú, en México y quisiera intentar seguir conectando estas cosas inesperadas, esos experimentos inesperados y ver qué ocurre. Por ahí tengo un par de álbumes que se vienen, uno Dance Tecno, se viene otro álbum bien experimental con bastantes grabaciones de voz que recopilé, como la de mis chiquitines que venían creciendo. De eso he ido construyendo dos álbumes, se vienen otros dos, pero al mismo tiempo pienso seguir construyendo herramientas de bajo costo, hay mil proyectos en camino.
Finalmente, creo que el proyecto Cine Vivo es un proyecto que, por su propia naturaleza, va a ser muy bonito conectar con el laboratorio, al ser una comunidad tan abierta y más bien un concepto en sí mismo para entender estos cuentos, entonces el laboratorio de Stanford es un laboratorio dedicado hace mucho tiempo a los conciertos en red. Ellos son los creadores de una herramienta llamada Jackson que se usa para transmitir audio en vivo entre performers que están en diferentes lugares. En esta situación creo que parte de mis proyectos será conectar a estas comunidades como proyectos no estrictamente musicales, sino más experimentales, donde comunidades de diferentes naturalezas, edades, años, desde niños hasta adultos puedan como crear de forma colectiva experimentos artísticos que incluyan música, experimentación sonora, visuales, creación de hardware, poesía. Eso es lo que siento.
ALE: Muchas gracias, siento que es muy inspirador que replicas un poco esta lógica o mejor dicho que esta plataforma replica un poco la lógica con la que tú misma te ves, te constituyes, de seguir inspirando, seguir creando, tendiendo puentes, buscando a partir de una práctica artística y política. Inherentemente eso me gusta y me quedo con eso. Ha sido un honor conversar contigo, conocerte un poquito más, saber en qué andas y qué se viene y conocer más el proyecto de Cine Vivo. Agradezco mucho a MUSEXPLAT por darnos esta oportunidad para conectar, conversar un poco más, conocer que está pasando en la creación, en la producción y compartir este tipo de plataformas, promoverlas y seguir impulsando el pensar y el quehacer sobre sonido música arte en general en Latinoamérica.