
De golpe me doy cuenta que extrañaba este sentir y que, ahora que suelo marcharme de manera más frecuente, volver a casa resulta más que necesario, placentero. La superposición de sonidos y texturas cubre la habitación en un instante, se hace bruma, y aquello que en su momento era ausencia de sonido tras el viaje del que acabo de llegar cobra un sentido, una apuesta. Extrañaba sentarme a escuchar y escribir en mi estudio y, en esta oportunidad, las impresiones en el aire corren gracias a Cutup Cinema, el último trabajo de la banda de dark ambient mexicano Numb que llega a nosotros a través del sello Otono.
El trabajo presenta cinco piezas, más o menos extensas, en donde se explora con su transitar una gama muy cohesionada de texturas densas y ambientes sonoros, que oscilan entre los ruidos industriales y el noise. Cada pieza parece responder a una referencia puntual y, de hecho, la amalgama de posibles puntos de partida que presentan resulta tan interesante como variopinta: desde Freddie Gibbs hasta Earl Sweatshirt, pasando por el Jazz o las series de televisión.

El trabajo es solido y en ello radica parte de su fortaleza, las piezas se encadenan y responden de manera estable a lo largo de la escucha. Sin embargo, alejada un tanto de esa continuidad, resulta particularmente interesante “A web of waters steaming over rocks”, tema que irrumpe con una energía distante del letargo y la potencia contenida que caracterizan otros momentos del álbum tales como “NBC will not be able to predict the winner” (un shou-tout a Scott-Heron absolutamente inesperado en este caso), “Live like 9-5, rhyme and come alive” o “Make a meal amongst enemies”. De hecho, este contraste mencionado anteriormente constituye el eje de mi pieza favorita del nuevo trabajo de los mexicanos, la cual lleva por nombre “What constitutes a fidget?”; una composición arriesgada, heterogénea y en donde el guiño a un momento muy memorable de “Los Soprano” nos llevan a transitar en un momento de escucha reflexiva y de apreciación entre los movimientos que se crean en el desarrollo de la misma.
Pablo Cruz y Rodrigo Barquera han conseguido un trabajo sugerente y atractivo, de gran calidad en su factura y con una apuesta que cautivará a los amantes del dark ambient y sus indagaciones más contemporáneas. Sin duda, un álbum valioso para volver a casa.
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